Agosto solo fue un paréntesis: mercado prevé caída de la actividad económica en septiembre y bajas al menos hasta mediados de 2023
Analistas mantuvieron sin cambios su proyección de que este año el PIB crecería entre 1% y 2,3%. Para la próxima semana anticipan un nuevo ajuste a la TPM, de entre 50 y 75 puntos base.
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Era una certeza para el mercado que en agosto se registraría la primera caída anual del Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec). La apuesta era por una baja de entre 1% y 1,5% respecto al mismo mes de 2021, pero las estimaciones pecaron de pesimistas. El desempeño sorprendió positivamente: en el octavo mes del año se registró una variación nula de la actividad, detalló el Banco Central este lunes.
Una vez más los servicios lograron contener la merma de la economía -sobre todo educación, transporte y empresariales-, esta vez con un crecimiento de 4,4%, favorecido por bases de comparación más bajas, acotaron desde BICE. En Santander precisaron que la sorpresa “es de carácter puntual y no debiese incidir en la dinámica de este sector”, que seguirá presionado a la baja por menores ingresos laborales.
Por el contrario, minería y comercio aportaron negativamente, con disminuciones de 7,5% y 10,5%. Priscila Robledo, economista jefa en Fintual, precisó que comercio fue el sector con peor desempeño, “lo cual responde a que se están agotando los recursos de los estímulos entregados el año pasado, mientras que la alta inflación reduce el poder adquisitivo de las familias, y las altas tasas de interés hacen más costoso pedir créditos de consumo”, explicó.
Expertos resaltaron que la serie desestacionalizada aumentó 0,6% respecto a julio -ampliamente por sobre la caída de 0,7% esperada-, siendo la primera cifra positiva desde marzo, y la segunda en ocho meses. Su impulso también llegó de la mano del avance de los servicios, en contraste con el comercio que cayó por cuarto mes consecutivo.
Los economistas coinciden en que, pese a que la actividad fue más positiva a lo esperado en agosto, no implicaría un cambio en la desaceleración proyectada. “Los fundamentos económicos relacionados con la confianza del consumidor, inversión, condiciones financieras y mercado laboral continúan sugiriendo un intenso ajuste por delante”, detalla Samuel Carrasco, economista senior de Credicorp Capital.
Septiembre sí que sí
Pese a la sorpresa de agosto, el mercado da por sentado que en septiembre la actividad se contraería, pero hay ciertos matices en la extensión de estas bajas. Sergio Godoy, economista jefe de STF Capital, estima una variación negativa entre 1% y 1,5% en el noveno mes del año, las que se extenderían -prevé- hasta junio del próximo año. Y Marco Correa, economista jefe de BICE, coincide una merma en torno a 1,5% en el próximo Imacec, hasta mediados de 2023.
Robledo de Fintual califica como “casi un hecho” que la actividad económica va a pasar a terreno negativo en septiembre, incluso si el dinamismo de los servicios llegara a prolongarse. Su proyección es que las caídas se extiendan hasta el tercer trimestre del próximo año, en línea con la estimación de Carrasco.
Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa, también espera bajas hasta el tercer cuarto del otro año, pero dice que podría haber un “hiato” en febrero. Y, para septiembre, contempla una variación negativa del Imacec entre 1,5% y 2%.
Para el año en su conjunto, la más cauta parece ser Claudia Sotz, economista jefa de Tanner, quien prevé que el PIB crezca entre 1% y 1,75%. En Security dicen que podría cerrar algo por sobre 1,5%, mientras que Fynsa apuesta por entre 1,5% y 2%. En línea con este techo, tanto Santander como Credicorp Capital y BICE ven que este año la economía crezca en torno a 2%, y STF Capital es algo más optimista con un 2,3%.
Para el próximo año la recesión ya está asumida entre analistas, y la mayoría estima una baja de entre 0,5%% a 1,5%, casi todos más pesimistas que el escenario más negativo que asumió el gobierno en su Estado de Hacienda Pública, en el que ve una merma de 0,5%.
¿Y la tasa?
Todo este cuadro de desaceleración dialoga con un escenario de todavía alta y persistente inflación, que en agosto trepó a 14,1% en doce meses. El miércoles de la próxima semana el Consejo del Banco Central celebrará una nueva reunión de política monetaria, en la que se asume que se aplicará una nueva alza a la tasa, hoy en 10,75%, que luego del IPoM de septiembre se estimaba quedaría en dicho techo.
Robledo anticipa un ajuste de 50 puntos base, que respondería principalmente a que la inflación permanece en niveles “demasiado altos”. Luego -dice- podría haber un último aumento, probablemente de menor magnitud, en la reunión de diciembre.
Carrasco comenta que la mayor persistencia de la inflación a nivel mundial está provocando una respuesta de política monetaria más agresiva en EEUU, generando una depreciación adicional del peso chileno que incrementaría la inflación local, especialmente en el corto plazo, requiriendo un aumento en la tasa por encima del escenario base del IPoM. Pero, detalla que el dato de la inflación de septiembre, que se publicará este viernes, “será clave para calibrar el aumento en la TPM”, que espera suba entre 50 y 75 puntos.